domingo, 17 de junio de 2012

Una visita a la estancia “Monte Grande” en 1861

Por el Dr. Oscar De Masi

Resumen:

Thomas Woodbine Hinchcliff, de la Real Sociedad de Geografía de Londres visitó la Argentina en 1861. Publicó sus observaciones bajo el título de “South Amercian Sketches; or a visit to Rio de Janeiro, The Organ Mountains, La Plata and the Paraná”, aparecido en Inglaterra en 1863. El autor deseaba pasar una temporada en el campo y la oportunidad se la facilitó Federico Fair, hijo del terrateniente británico Thomas Fair, el propietario de la estancia Monte Grande. El autor ofrece un colorido relato de sus días en la estancia y de la antigua geografía, flora y fauna de la zona. Se destaca el encuentro con alguno de los viejos pioneros de la Colonia Escocesa de Santa Catalina.

Thomas Woodbine Hinchliff, de la Real Sociedad de Geografía de Londres, vino a la Argentina en 1861, y aunque su propósito era llegar hasta los Andes, sólo permaneció unos meses en Buenos Aires y sus alrededores. Publicó sus observaciones en la obra South American Sketches; or a visit to Rio de Janeiro, the Organ Mountains, La Plata and the Parana, aparecida en Inglaterra en 1863. En 1955 hubo una versión española preparada por José Luis Busaniche y con un estudio preliminar del coleccionista Rafael Alberto Arrieta con el título Viaje al Plata en 1861 (Hachette, Buenos Aires)(1).

El viajero confesaba que, pese a los muchos placeres sociales de que gozaba en un lugar tan agradable como Buenos Aires, deseaba pasar una temporada en pleno campo (p. 78). La oportunidad la facilitaron los hijos de Mr. Thomas Fair(2), propietario de estancias en la Banda Oriental y en la Provincia de Buenos Aires. Una de sus estancias más pequeñas, dice el cronista, llevaba el nombre de Monte Grandey se situaba “solamente a veinte millas al sur de la ciudad” (p. 79)(3). Acompañado de Federico Fair(4), Woodbine Hinchliff salió una mañana, cargando escopetas y material suficiente para una semana de cacería (ibídem). Atravesaron un gran matadero en los suburbios de Buenos Aires, espectáculo que le causó enorme desagrado. Luego, cruzaronel Riachuelo por un puente donde se paga el peaje (ibídem), que debió ser el llamadopaso de Zamora, hoy puente de la Noria, originado en el antiguo sendero de cabalgaduras(5) y el mismo lugar por donde, en 1807, Whitelocke pasó a Buenos Aires(6).

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